En un nuevo golpe a las operaciones del Tren de Aragua en Colombia, las autoridades capturaron al temido Jeison Alexander Lorca Salazar, alias “Jeison Comino”, identificado como el segundo al mando de esta poderosa organización criminal. Este arresto marca un antes y un después en la lucha contra la pandilla que alguna vez operó con impunidad bajo la protección del gobierno venezolano.
El pasado 15 de noviembre, un operativo conjunto entre la policía colombiana y el CICPC de Venezuela culminó con la detención de Lorca Salazar en Santander, Colombia. Utilizando tecnología de punta, una cámara instalada en un dron confirmó su identidad antes de que los agentes irrumpieran en una lujosa finca en Los Santos, donde el criminal pasaba el fin de semana.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, destacó la importancia de esta captura, subrayando que el detenido no solo era una figura clave del Tren de Aragua en Colombia, sino también uno de los diez criminales más buscados de Venezuela, con una recompensa de $50,000 sobre su cabeza.
Mientras tanto, Venezuela mostró su disposición a colaborar en el desmantelamiento del imperio transfronterizo del Tren de Aragua. El fiscal general Tarek William Saab anunció que la extradición de Lorca Salazar será acelerada, asegurando que este peligroso delincuente enfrente la justicia venezolana lo antes posible.
Este arresto es solo el último de una serie de acciones contundentes contra la organización. En julio pasado, las autoridades capturaron a uno de los fundadores del Tren de Aragua, Larry Álvarez Núñez, conocido como “Larry Changa”, en el departamento colombiano de Quindío. Simultáneamente, Venezuela intensificó su represión contra las facciones remanentes del grupo en su estado natal de Aragua, especialmente tras la toma de la prisión de Tocorón, que alguna vez sirvió como su base de operaciones.
El Tren de Aragua, que sembró terror a ambos lados de la frontera, enfrenta un asedio sin precedentes. Pero mientras los arrestos continúan, las preguntas sobre la capacidad de las autoridades para erradicar completamente esta red criminal persisten, dejando en evidencia que la lucha apenas comienza.