
Un nuevo y escandaloso capítulo del narcotráfico sacude a Colombia. Esta vez, el camuflaje fue tan exótico como siniestro: cargamentos de banano, aparentemente inocentes, ocultaban en su interior un lucrativo envío de cocaína. Su destino final: Alemania y Bélgica. Pero el negocio no llegó a buen puerto. La Policía Nacional, en una operación quirúrgica, desarticuló a una poderosa célula criminal vinculada con las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada, una temida organización que ahora ve golpeadas sus finanzas.
La fruta estaba “madura”… de cocaína
Seis personas fueron capturadas tras el operativo “República”, ejecutado en el puerto de Santa Marta como parte de la estrategia Esmeralda Plus. Las autoridades descubrieron 521 kilos de clorhidrato de cocaína ocultos entre cajas de banano. El alcaloide, con un valor estimado de 17 millones de euros, tenía como destino final Europa, donde iba a ser distribuido en al menos 1.5 millones de dosis.
Lo más alarmante: varios de los involucrados eran empleados encargados del empaque de la fruta. Usaban sus puestos como plataforma para contaminar los contenedores y facilitar el paso de la droga sin levantar sospechas. Esta modalidad de “outsourcing criminal” permitió a la organización operar con apariencia de legalidad, mientras inundaban de cocaína el mercado internacional.
La trampa cayó en Colombia… y también en Reino Unido
El golpe fue doble. A raíz del hallazgo en Santa Marta, la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de EE.UU. (HSI) y autoridades británicas coordinaron una redada en el puerto de Southampton. Allí, incautaron otros 105 kilos de cocaína, valorados en 4 millones de euros. El total del decomiso supera los 20 millones de euros en mercancía ilícita, un duro revés para las finanzas del grupo criminal.
La evidencia no dejó lugar a dudas. Un video compartido por el general Carlos Fernando Triana, director de la Policía, mostró cómo uno de los hoy capturados escondía los paquetes entre los bananos. Las imágenes, difundidas por redes sociales, dejaron en evidencia la audacia y el alcance logístico de la organización.
El Caribe: otra vía narco bajo vigilancia
Este golpe a las rutas marítimas no es aislado. Días antes, la Armada de Colombia decomisó un cargamento de 599 kilos de cocaína y 99 de marihuana en el mar Caribe. La droga, transportada por tres venezolanos en una lancha rápida, tenía como destino Centroamérica. Según la Armada, ese alijo tenía un valor estimado de 29 millones de dólares en el mercado negro internacional.
Ambas operaciones demuestran que el crimen organizado sigue apostando por los puertos y las rutas marítimas para mover sus mercancías. Pero también que las autoridades están más alertas que nunca.
La lucha continúa
La Dirección de Antinarcóticos reiteró su compromiso en seguir desmantelando estas redes, y llamó a la ciudadanía a denunciar cualquier indicio de narcotráfico a través de la Línea Antidrogas 167. Aunque el narco evoluciona y se disfraza de legalidad, la respuesta del Estado también se refuerza.
Con más de 1.5 millones de dosis fuera del mercado y varios miembros clave entre rejas, el mensaje es claro: ni los bananos se salvan del veneno del narcotráfico. Pero tampoco los criminales se salvan de la justicia.