
Tras diez años de intensa persecución internacional, las autoridades lograron dar con el paradero de Cristhian Estuardo Vaides Fion, alias El Tuerto, un nombre que infundía respeto y terror en el mundo del narcotráfico centroamericano. Fue capturado cuando se disponía a abordar un vuelo en el aeropuerto José María Córdova de Rionegro, Antioquia, rumbo a Panamá. Lo que parecía un viaje más, terminó en un operativo fulminante liderado por la Dijín, Interpol y con el respaldo de la Fiscalía y la DEA.
Alias El Tuerto, originario de Guatemala, es señalado como el cerebro detrás del tráfico de cientos de toneladas de cocaína desde Colombia hacia Estados Unidos. Su ruta criminal atravesaba toda Centroamérica: desde Panamá y Costa Rica, hasta Nicaragua, Honduras, Guatemala y México, donde la droga finalmente era enviada a territorio estadounidense. Durante años, logró evadir la justicia, operando con sigilo y conexiones poderosas en múltiples cárteles de la región.
El narcotraficante que convirtió Centroamérica en un corredor de cocaína
La Corte del Distrito Este de Texas lo solicita por asociación ilícita para la fabricación y distribución de cocaína. Las investigaciones indican que Vaides Fion lideraba una red que no solo transportaba droga por mar y tierra, sino que utilizaba sofisticados métodos: lanchas rápidas, submarinos artesanales, barcos pesqueros, tractocamiones y remolques. Una maquinaria delictiva multimillonaria que movía toneladas de estupefacientes con precisión casi militar.
Su centro de operaciones habría estado en Antioquia, desde donde coordinaba la salida de los cargamentos. Según las autoridades, tenía contactos directos con cárteles colombianos e intermediarios en cada país del tránsito, asegurando así el éxito de sus rutas. La DEA llevaba siguiéndole el rastro desde 2015, y su captura representa un golpe estratégico al narcotráfico regional.
Negociaciones millonarias y entregas en mano
No era un capo común. En 2018, alias El Tuerto cerró personalmente acuerdos en Guatemala, vendiendo cargamentos de cocaína a precios de entre 13.000 y 14.000 dólares por kilo. Las entregas las realizaba él mismo o supervisaba de forma directa, lo que demuestra su rol protagónico dentro de la organización. Desde 2019 hasta 2020, se le atribuyen varias transacciones en las que participó de forma activa, sellando tratos con otros narcotraficantes y supervisando rutas.
A un paso de la extradición
Tras su captura, el presunto capo quedó a disposición de la Fiscalía General de la Nación a través de su Oficina de Asuntos Internacionales, en espera de su proceso de extradición hacia Estados Unidos. Las autoridades aseguran que esta detención no solo desmantela una red poderosa, sino que abre la puerta para investigar a profundidad los tentáculos de una organización que convirtió a Centroamérica en la autopista de la cocaína.
La caída de alias El Tuerto confirma que, tarde o temprano, hasta los más escurridizos terminan tras las rejas. Y que el narcotráfico, por más complejo que parezca, no es invencible.