
Una de las figuras más temidas del crimen organizado centroamericano fue capturada en un
sorpresivo operativo en la paradisíaca isla de San Andrés, Colombia. Yulan Adonay
Archaga Carías, conocido como alias “El Porky”, el sanguinario líder de la Mara
Salvatrucha (MS-13), habría sido detenido la noche del domingo 9 de febrero de 2025 en el
sector de Orange Hill, según revelaron medios hondureños, locales colombianos y el portal
británico The Mirror.
Archaga Carías, de 42 años, llevaba casi una década burlando a las autoridades, pese a tener
una recompensa de cinco millones de dólares sobre su cabeza ofrecida por el Departamento
de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Acusado de múltiples delitos, desde tráfico de
drogas hasta homicidios y lavado de dinero, El Porky era considerado un objetivo
prioritario por el FBI.
Sin embargo, mientras la prensa internacional y periodistas hondureños daban por
confirmada su detención, las autoridades en San Andrés y la Policía Nacional de Colombia
se mantenían en silencio o directamente negaban los hechos, lo que ha generado una ola de
incertidumbre sobre la veracidad de la captura. Pese a ello, las versiones que circulan han
sido respaldadas por comunicadores de renombre como Cesia Mejía y Oscar Estrada,
quienes aseguran que la detención sí se produjo y que el silencio obedece a estrategias
diplomáticas para evitar su extradición a Honduras.
Alias El Porky fue imputado en 2021 por una corte federal en Manhattan junto a David
Campbell, enfrentando cargos de crimen organizado, narcotráfico y porte ilegal de armas.
En 2022, los cargos se ampliaron, detallando su papel como el principal cabecilla de la MS-
13 en Honduras y su participación directa en operaciones de tráfico de drogas y asesinatos.
Desde su fuga, Archaga Carías operaba como un fantasma, moviendo los hilos del crimen
con sigilo. Pero ahora, su captura representa un golpe demoledor para la estructura de la
MS-13, una de las organizaciones más violentas del planeta.
Aunque aún no hay un pronunciamiento oficial que confirme su paradero actual, se espera
que en los próximos días se defina su situación jurídica. Estados Unidos lo espera con los
brazos de la justicia abiertos, pero primero deberá enfrentar cuentas pendientes en
Honduras.
La caída de El Porky no solo sacude a la MS-13, sino que también pone bajo la lupa la
efectividad de las operaciones internacionales contra el crimen transnacional. ¿Será este el
principio del fin para uno de los imperios criminales más temidos del hemisferio? El tiempo
lo dirá. Por ahora, la noticia ya hace eco en las calles de Centroamérica y en los pasillos del
poder judicial estadounidense.