Un decomiso récord de casi 10 toneladas de cocaína en un puerto de República Dominicana ha encendido alarmas en Guatemala, país señalado como posible origen del cargamento. Aunque las autoridades guatemaltecas aseguran que el contenedor, cargado con bananos, no contenía sustancias ilícitas al salir de su territorio, la investigación sigue abierta y pone en entredicho los controles de seguridad en la región.
La Ruta de la Sospecha
El contenedor partió inicialmente de Veracruz, México, y llegó a Puerto Barrios, Izabal, en Guatemala, donde incorporó carga local antes de continuar hacia Puerto Cortés, Honduras, y finalmente atracar en Puerto Caucedo, República Dominicana. Fue allí donde las autoridades antinarcóticas descubrieron el impresionante cargamento de 9,588 kilos de cocaína, ocultos entre los bananos, con un valor estimado de 250 millones de dólares. El destino final del contenedor era Bélgica.
Guatemala Niega Responsabilidad
El Ministerio de Gobernación guatemalteco aseguró que el contenedor fue inspeccionado mediante tecnología de escáner y no mostró signos sospechosos. Sin embargo, reconoció que «todas las hipótesis están siendo investigadas», dejando abierta la posibilidad de que el cargamento ilegal pudiera haberse introducido en algún punto de la ruta.
Récord Histórico en el Caribe
Este decomiso no solo representa el mayor en la historia de República Dominicana, sino también uno de los más significativos en la región del Caribe. Las autoridades dominicanas sospechan que la droga tiene vínculos con redes transnacionales, lo que refuerza la preocupación sobre las rutas centroamericanas como puntos clave en el tráfico internacional de cocaína.
Implicaciones Internacionales
Mientras Guatemala intenta limpiar su imagen, la magnitud del decomiso subraya las debilidades en los controles de seguridad y la sofisticación de los cárteles que operan en la región. Este caso, además de abrir un complejo entramado de responsabilidades, expone cómo los narcotraficantes aprovechan las rutas legales de comercio para mover cantidades masivas de droga con un alcance global.
La investigación sigue en curso, y el mundo observa cómo este escándalo podría destapar redes criminales más profundas en el corazón de Centroamérica.