
El presidente Bernardo Arévalo no ha esperado para marcar su huella en la lucha contra el crimen organizado. En apenas su primer año de gobierno, Guatemala ha logrado un récord sin precedentes en incautaciones de cocaína, superando las cifras anuales alcanzadas por las últimas siete administraciones completas, con excepción del 2019.
Durante una reciente visita al Ministerio de la Defensa Nacional, el mandatario fue informado por el ministro Henry Saenz de que en 2024 se incautaron 18 mil 218.08 kilos de cocaína, equivalentes a 18.2 toneladas. El valor de este alijo en el mercado negro supera los mil 871.7 millones de quetzales, un golpe millonario para las estructuras del narcotráfico que operan en el país.
“Presidente, estamos cumpliendo la orden presidencial en el combate al narcotráfico”, fueron las palabras del ministro Saenz, subrayando que esta cifra supera lo logrado por siete gobiernos anteriores. Esta hazaña no es casualidad: es el fruto de una estrategia interinstitucional bien ejecutada entre el Ejército de Guatemala, la Policía Nacional Civil (PNC) y el respaldo de organismos internacionales.
Los operativos, desplegados por cielo, mar y tierra, se han concentrado en zonas fronterizas y puntos estratégicos, permitiendo interceptar cargamentos antes de que entren a la cadena de distribución criminal. Y la ofensiva continúa: en lo que va de 2025, ya se han incautado más de 1.33 toneladas adicionales, reafirmando que la lucha no se detiene.
El presidente Arévalo ha dejado claro que la lucha contra el narcotráfico es una prioridad de Estado. La meta: desarticular las redes del crimen organizado que por años han utilizado a Guatemala como ruta clave para el tráfico internacional de drogas. Con una política de tolerancia cero, el Gobierno promete mantener la presión, fortalecer la inteligencia y ampliar la cooperación con aliados regionales.
En un país históricamente golpeado por el narcotráfico, estas cifras representan no solo un éxito operativo, sino una señal clara de que el Estado ha decidido tomar el control y recuperar el territorio perdido frente a las mafias.