
En una espectacular operación marítima, la Marina de El Salvador dio un certero golpe al narcotráfico internacional al interceptar una narcolancha que transportaba 500 kilos de cocaína, valorada en unos 12.5 millones de dólares. A bordo de la embarcación, que fue localizada a 880 kilómetros de la costa salvadoreña, viajaban tres ciudadanos ecuatorianos que no pudieron justificar su cargamento letal.
El propio presidente Nayib Bukele fue quien dio la noticia a través de sus redes sociales, dejando claro que su gobierno no bajará la guardia frente al crimen organizado. “Otra lancha narco interceptada por nuestra Marina. A más de 880 km de nuestras costas. 3 ecuatorianos a bordo. Transportaban 500 kilos de cocaína, valorados en más de 12.5 millones de dólares”, publicó el mandatario, acompañado de imágenes impactantes del operativo.
El decomiso se suma a una serie de acciones cada vez más contundentes que El Salvador ha implementado para blindar sus fronteras marítimas, que se han convertido en rutas clave para el paso de drogas desde Sudamérica hacia los Estados Unidos. Esta vez, el cargamento venía desde Sudamérica y tenía un destino aún no especificado, aunque las autoridades sospechan de una red de narcotráfico transnacional bien estructurada.
Según las autoridades salvadoreñas, esta no es una acción aislada. En los últimos meses se han intensificado los operativos contra el narcotráfico, y la Fuerza Naval ha sido equipada con mejor tecnología y entrenamiento para enfrentar a estos nuevos enemigos. “El mensaje es claro: no vamos a permitir que nuestros mares sean usados para mover drogas”, sentenció un portavoz de seguridad.
Los tres ecuatorianos fueron arrestados y ya están bajo custodia. Se espera que enfrenten cargos por tráfico internacional de estupefacientes, un delito que en El Salvador puede conllevar penas de hasta 30 años de prisión. Mientras tanto, la lancha y la droga incautadas serán sometidas a peritajes y análisis para identificar con mayor precisión la ruta de origen y destino de este multimillonario envío.
Con este decomiso, El Salvador no solo refuerza su imagen de país implacable frente al narcotráfico, sino que también envía un claro mensaje a los cárteles: los mares ya no son tierra de nadie.