
La Armada de Colombia asestó un nuevo y contundente golpe al narcotráfico internacional, al interceptar una lancha rápida tipo go-fast cargada con 599 kilogramos de cocaína y 99 de marihuana, a tan solo 18 millas náuticas del Cabo de la Vela, en el departamento de La Guajira. La embarcación, tripulada por tres ciudadanos venezolanos, tenía como destino las costas de Centroamérica, donde las drogas serían distribuidas a gran escala en el mercado ilegal.
Más de 1,5 millones de dosis fuera del mercado
Según las autoridades, la incautación representa más de 29 millones de dólares en pérdidas para las redes criminales, y evitó la circulación de aproximadamente 1,5 millones de dosis de droga. Esta operación, desarrollada gracias a la coordinación entre medios aéreos, navales, de inteligencia y guardacostas, confirma que las mafias siguen apostando por las rutas marítimas para mover cargamentos millonarios hacia el norte del continente.
Durante la inspección de la lancha, los uniformados hallaron 28 bultos repletos de estupefacientes. El material fue trasladado a puerto seguro, donde el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación confirmó su composición mediante pruebas químicas homologadas.
Red criminal con conexiones en Centroamérica y el Caribe
Las investigaciones preliminares apuntan a que los tres capturados harían parte de una estructura internacional de transporte al servicio del narcotráfico, con vínculos en Centroamérica y las islas del Caribe. Estas redes transnacionales utilizan lanchas rápidas como plataformas móviles para evadir controles y entregar droga a receptores en mar abierto, evitando los puntos de control convencionales.
2025: un año de resultados demoledores
El operativo en La Guajira se suma a otros decomisos históricos realizados este año por la Fuerza Naval del Caribe, que ya reporta la incautación de 32 toneladas de clorhidrato de cocaína en 2025. De ellas, más de seis toneladas fueron resultado de operaciones autónomas, y otras 25 gracias a la cooperación internacional con organismos aliados.
Solo días antes, la Armada interceptó un cargamento de 1.383 kilogramos de cocaína y 208 aletas de tiburón en aguas del Pacífico colombiano, reafirmando su rol como línea de defensa crucial contra el crimen organizado global.
Llamado a la ciudadanía: denunciar es clave
La Armada reiteró que continuará utilizando todas sus capacidades tecnológicas y humanas para negar el uso de los mares a los narcotraficantes. Además, instó a los ciudadanos a denunciar cualquier actividad sospechosa en el mar a través de la línea 146 de Guardacostas, enfatizando que la lucha contra el narcotráfico es una causa de todos.
Con acciones como esta, Colombia sigue enviando un mensaje claro: las rutas del narcotráfico ya no son intocables, y cada gramo interceptado es una batalla ganada en una guerra que no da tregua.